Oct 2018

Saber de sabor

Maestros de Hojiblanca aplica la experiencia desarrollada a lo largo de años para ofrecer a cada consumidor el virgen extra que más se adapte a su paladar. Las aceitunas tienen multitud de matices y sabores que trasladan al aceite, sus cualidades se combinan y superponen dando lugar a tantos aceites como manos creadoras existan y gracias a la maestría con las que estas escojan una gota de cada variedad y cosecha para potenciar su riqueza.

No en todos los aceites recién obtenidos se perciben con la misma intensidad sus atributos, en algunos el dulzor es característico, en otros el picante es protagonista, puede ser que le acompañe un gusto a almendras amargas o un recuerdo a la rama de la planta tomatera. El conocimiento de los matices del aceite nos ha llevado a desarrollar laboratorios altamente equipados y con las certificaciones más exigentes para garantizar calidad y seguridad alimentaria, pero también para complementar la alta calidad del producto con un valor añadido: la maestría en el sabor. Los análisis que se realizan a las muestras para detectar el más mínimo fallo en su composición analítica y organoléptica para vigilar la calidad del aceite, se extienden a una nueva dimensión. El producto no sólo tiene que ser perfecto bajo el microscopio sino también en el paladar del consumidor. Por ello estudiamos cuáles son los atributos de cada aceite: en primer lugar, frutado, picante y amargo, pero también profundizamos en la multitud de matices como el sabor a hojas verdes, a alcachofa, a hierba…

 

 

Dos de estos atributos (frutado y picante) aparecen destacados de nuestra etiqueta, de manera que cualquier consumidor pueda saber a simple vista qué contenido encierra la botella. Esto es gracias a que va paneles de catadores entrenados de acuerdo con los estándares de calidad del Consejo Oleícola Internacional catan las muestras previas de las almazaras que después de probadas, catadas y analizadas es cuando pueden ser disponibles para compra por parte de Deoleo. A continuación, se incorporan al repertorio de sabores a los que recurren los master blenders tanto para diseñar un nuevo perfil como para volver a reproducir la misma fórmula una vez que alguno de los ingredientes ha cambiado.

Todo un saber que trasciende la ciencia del laboratorio y se pone al servicio de los consumidores, como un prestigioso referente en la divulgación del sabor y sus matices. Y es que conociendo la infinidad de sabores disponibles en la naturaleza a lo largo y ancho de la geografía, no hay motivo para limitarse a una paleta de sabores reducida.